Si tienes la inmensa suerte de poder casarte en una pequeña iglesia románica con esta estructura en su planta y estos gruesas piedras en las paredes, creednos: no necesitáis apenas decoración.

Como mucho, algún pequeño pompón de flores en lo bancos de madera, tal y como vemos en la imagen. Huiríamos, incluso, del lazo que lo acompaña y apostaríamos por una elegante y discreta puntilla de encaje, y, sobre todo, ¡no uséis grandes telas y tules!

¿Qué opináis?