Espero que esa mesa de boda esté llena de estufas y de mantas térmicas para los asistentes, no me imagino comer el banquete en ese patio nevado… aunque hay que reconocer que el entorno es precioso.
Pero bueno, vamos a quedarnos con la idea general y a imaginarnos que, en realidad, están en un espacio acristalado y bien calentito. Nos encanta cómo está decorada esta mesa de boda en tonos blancos, propios de la nieve, y en tonos marrones, propios de la naturaleza, como las piñas o los troncos de los árboles (¡fijaos que sirven como soporte para las mesas). Los farolillos y las velas darán un toque cálido a este frío ambiente.
¿Os gusta? ¿Celebraríais vuestra boda en la nieve?