Ay, no sé en vuestra ciudad, pero en la mía ya está apretando el frío y, aunque no nieve, se nota que ha nevado cerca por lo fresco que viene el aire. Por circunstancias de la vida, quizás habéis decidido celebrar vuestra boda en invierno. Supongo que habéis elegido celebrar la ceremonia en interior… pero, ¿qué os parece celebrarla en el exterior, en medio de la nieve?
Sin duda, tenéis que ir abrigados o hacerla muy muy corta para que tanto vosotros como los invitados no os congeléis al estar quieto al aire libre, pero tenéis una ventaja: es tan bonito que no tenéis apenas ni que decorar.
A continuación vamos a ver unas cuantas ceremonias de boda celebradas en medio de la nieve que son una auténtica preciosidad.
Las montañas nevadas al fondo son un encuadre sin igual ante el que casarse. La mezcla de la nieve y de la paja en el suelo crea una alfombra preciosa. Para que tus invitados estén más calentitos, pon mantas encima de los fardos de heno.
De nuevo, el bosque nevado es un lugar de ensueño para casarse y ni siquiera hace falta un arco para el altar, basta con poner un par de jarrones con plantas invernales a cada lado. En este caso, los invitados están de pie.
En esta otra boda, también celebrada al aire libre con el fondo nevado, se ha optado por añadir un poco de decoración extra, como flores blancas y una especie de altar de madera bajo el que casarse.
En este caso, esta boda debe de ser, por lo menos, entre dos monitores de esquí, ya que llevan el traje completo, así como sus invitados. Casarse en lo alto de una montaña, rodeado de pistas de esquí y bajo este bonito templete es una idea juvenil y muy bonita.
De nuevo, este precioso paisaje de árboles sin hojas y un manto nevado es un escenario perfecto para casarse. Para los invitados se ha habilidado una especie de anfiteatro construido con sillas de madera blanca. ¡No os olvidéis de poner unas mantas por si acaso!
De esta otra decoración destacamos el precioso arco o altar construido con ramas, lucecitas y la nieve que ha caído encima. Parece de cuento, Blancanieves, por supuesto.
¡Y nada de coche de bodas, eh! Un trineo bien bonito con una manta de cuadros.
Para acabar, me gustaría recordar una de las bodas de ficción que recuerdo con más cariño, la de Phoebe y Mike de «Friends», que se casaron en la calle, delante de su cafetería favorita. Claro que… es ficción y seguramente estaban dentro de un estudio en California, pero nos puede dar una idea de la disposición de la ceremonia.
¿Os atrevéis a casaros con la nieve bajo los pies?