Cada boda es única con sus historias de amor y sus familias. La ambientación de tu boda es la encargada de brindar esa sensación de romanticismo, intimidad y confort a tus invitados. Las mesas son una parte esencial y, por ello, es importante saber la forma correcta en la que deben estar vestidas para esa ocasión tan especial. Sigue leyendo para que puedas aprender cómo decorar una mesa para una boda.
Colores a utilizar para decorar la mesa
Para empezar, vamos a tomar en cuenta el escoger tonos muy claros como el blanco, beige, plata o dorado ya que son tonos que inspiran pureza y elegancia. En base a esto vestiremos la mesa con un mantel base blanco y lo acompañaremos con un sobre mantel de encaje de color plata o dorado.
Composición de la mesa
La composición de la mesa puede organizarse de la siguiente manera: ubicamos el plato fuerte al frente del comensal, aproximadamente a tres centímetros del borde de la mesa. Colocamos los cuchillos y cucharas al lado derecho e izquierdo respectivamente. Se colocan los tenedores utilizándolos en el orden de los platos, de afuera hacia adentro, mientras que los cubiertos de postre se sitúan al frente de los platos.
A continuación, ubicamos la cristalería. El orden de las copas suele ser: copa de agua, de vino tinto, de vino blanco y copa de champán. Las copas hay que colocarlas en la parte superior frente al plato. Hay diferentes formas de doblar una servilleta y esta puede situarse al principio, sobre el plato o en un lateral.
Adornos finales
Además de los utensilios que son necesarios, la mesa deberá ser adornada y, como toque final, colocamos un centro de mesa y algunas velas para darle un toque de calidez y romance. Los centros de mesa pueden hacerse con rosas blancas naturales.
Los centros de mesa tienen una regla principal y estos no deben de obstaculizar la vista, como tampoco la conversación de los comensales. Además estos deben de ser proporcionales en tamaño y forma, con respecto a las dimensiones de la mesa.