En una decoración de boda de estilo rústico o boho, especialmente si se celebra en primavera o verano, hay un elemento que no puede faltar y que le da al conjunto un aire artesano muy bonito: las cestas de mimbre.
Las cestas de mimbre tienen formas y tamaños distintos, desde cestitas con asa hasta maletas y baúles, así que esta variedad nos da la oportunidad de utilizarlas como decoración en sitios distintos de la boda, como vamos a ver a continuación.
Una cesta de mimbre con asa para los pétalos
La primera forma de utilizar una cesta de mimbre en una boda es para las flores y los pétalos que lleva «la niña de las flores» o «el niño de las flores» y que, normalmente, tira los pétalos tras la pareja de novios o reparte entre los invitados los cucuruchos con los pétalos. Como veis, se puede decorar con lacitos y flores.
Un cesto para los programas
También en la bienvenida de la boda podemos encontrar los programas-abanicos con el timing de la boda puestos en cestas de mimbre con un cartelito que diga «Por favor, coja un programa (y abaníquese con él si es necesario».
Un cesto para el centro de mesa
También podéis comprar cestas de mimbre y colocarlas como centro de mesa, llenándolas de flores y frutas. Realmente quedan fabulosas, con un aire muy fresco y tradicional, como decíamos al principio, perfectas para mesas de boda decoradas con estilo rústico o bohemio.
Cestas para flores colgantes
También nos ha enamorado la propuesta de colgar cestas de mimbre llenas de flores y que, así, estos arreglos queden flotando en el aire, pero con un sustento verdaderamente bello como lo es una cesta semicircular. Pensad que también se pueden colocar sobre la pared, como un aplique, y en cualquier rincón formando un bonito background para fotografías y demás.
Un cesto para la bicicleta vintage
Las bicicletas de paseo de estilo vintage son un objeto decorativo precioso para las bodas, se pueden poner en el photocall o en cualquier rincón, incluso la niña de las flores puede venir subida en ella o los novios pueden irse a lomos de una bici después de la boda. Para que esta bicicleta no pueda ser más bonita, solo le falta una cesta de mimbre llena de flores en el manillar o en el portaequipajes trasero.
Un cesto para los parasoles o paraguas
En el caso de que la boda se celebre en un día de una temporada lluviosa o en pleno verano, no viene mal colocar un cesto de mimbre para ofrecer a nuestros invitados un paraguas por si acaso llueve o un parasol de mano para protegerse del sol. Además, ¡quedan bonitos todos así puestos!
Un cesto para las chanclas
Últimamente también se lleva bastante ofrecer a las invitadas zapatillas o chanclas para que se puedan quitar los tacones y bailar cómodamente toda la noche. Por lo tanto, una cesta de mimbre tipo maleta o baúl con los flip-flops allí puestos es una opción estupenda y, además, es un bonito detalle decorativo para la zona de baile.
De todas todas que las cestas de mimbre son un accesorio perfecto para la decoración de bodas, así que os animemos a que las uséis para ofrecer a vuestros invitados todo aquello que se os ocurra que pueda ser necesario y que, así, la boda sea de ensueño.