Hay bodas informales, familiares, campestres, modernas, elegantes y ceremoniales… Hay tantos tipos de boda como parejas hay en el mundo, pero hoy os vamos a hablar de las bodas exclusivas, aquellas que son únicas y de un gusto exquisito porque confluyen distintos factores que las hacen especiales.
Hay un punto de referencia en las bodas exclusivas barcelona: Bellracó, en el Maresme, que nos sirve de ejemplo para hablaros de este tipo de bodas y lo que no pueden faltar en ellas. ¡Vamos allá»
Un emplazamiento histórico

En las bodas exclusivas destaca mucho que se celebren en un lugar histórico privado, como casas señoriales, palacetes, caseríos, fincas, pazos… esto cambiará dependiendo del punto de España en el que os encontréis. En el caso de Bell Recó, al tratarse de Barcelona, se trata de una impresionante finca solariega de la burguesía catalana que empezó a construirse en 1940 y tiene un estilo muy ecléctico, donde se unen elementos de la arquitectura popular, la gótica, la renacentista y la barroca. La cúpula es del pintor Josep Maria Sert y las fachadas están decoradas con esgrafiados policromados de la mano de Francisco Labarta, cuyo simbolismo retrata las influencias procedentes de los cuatro puntos cardinales recibidas por Catalunya.
Interiores con señorío
Como con todo en la vida, no basta con una fachada bonita, también es necesario que los interiores sean sobrecogedores, interiores donde pueda celebrarse la ceremonia o el banquete si así los novios lo desean o si la meteorología obliga a ello.

Por ejemplo, en Bell Recó, el hall es el corazón de la finca y está protagonizado por una escalinata digna de cuento, sin duda se trata de un espacio único, donde hay presencia histórica, pero que se adapta a celebraciones de hoy en día. Es una zona magnífica para la ceremonia, pero también para el banquete y su posterior baile.

En cuanto a su comedor, a pesar de ser interior, tiene una gran cristalera que lo comunica directamente con la luz exterior y la naturaleza, parece estar dentro del propio bosque.
Exterior idílico

En una boda exclusiva no pueden faltar unos jardines idílicos o un pequeño bosque donde perderse los días más calurosos. En Bell Recó, los jardines fueron diseñados por el paisajista Joan Mirambell, así que nos encontramos con un paisajismo de mediados de siglo XX aún conservado hoy día y tiene de todo: plantas, flores, árboles, un estanque con agua… Resulta de un romanticismo sobrecogedor.

Cuenta, además, con el llamado «jardín de los eucaliptus» compuesto por de árboles centenarios, una la pérgola y una cascada, situado al lado de una de las fachadas más bellas de la finca, y que resulta el marco perfecto para celebraciones al aire libre.
En definitiva, tres elementos no pueden faltar en una boda exclusiva: finca histórica, interiores elegantes y de calidad y exteriores naturales románticos. Por supuesto, todo ello deberá ir aderezado con mesas, lámparas y flores que no hagan desmerecer el espacio y sigan en sintonía con esa elegancia y exclusividad, solo así se conseguirá que la boda tenga el conjunto deseado.